Ilusión acústica

La ilusión acústica más famosa es la conocida como la escala de Shepard. Escuchamos un sonido que parece descender perpetuamente, como en una espiral o una escalera de Escher.

Para hacer la ilusión hemos de tener tres octavas diferentes sonando al mismo tiempo: una octava baja, una media y una alta. Las tres se escuchan al mismo tiempo pero con diferentes volúmenes. Primero escuchamos la octava alta con un volumen más alto que las dos restantes y vamos pasando por todas las notas de la octava como si hiciéramos un glissando. A continuación descendemos a la octava media y aumentamos su volumen respecto a las otras. Vamos pasando por todas sus notas y seguidamente bajamos la octava baja y aumentamos su volumen. En este momento hemos descendido las tres octavas, pero si incrementamos el volumen de la octava alta, a nuestro oído le engañamos y le parece seguir en la octava más baja, cree que comienza la escala desde la altura tonal donde terminó la anterior.



Aquí tenéis la ilusión acústica, en un video en negro. Cuando acabe el vídeo, pulse otra vez el botón Play y parecerá que el sonido continua descendiendo.

 


 

Tubo de Rubens

El sonido cuando viaja a través del aire genera diferencias de presión. El tubo de Rubens es un aparato que nos muestra estas variaciones de presión en forma de onda transversal, visualizándolas a través del gas propano. El gas tiene zonas en que la onda es más larga ya que recibe presión de la onda y otras, zonas donde la onda no presiona y apenas se ve la llama. Estas llamas nos dibujan la longitud y la frecuencia de la onda.

 


Explicación teórica en inglés.

 

Música y llamas bailándola.

 


Cuarteto String Fever

Presentamos al cuarteto String Fever. Se trata de cuatro divertidos hermanos, con la clara intención de presentar música clásica para el amplio público no especializado.

 

Hemos seleccionado dos piezas:

Historia de la música en cinco minutos

 

Bolero de Ravel para ocho manos y un único violonchelo


 

 

No al Canon, de Pachelbel

El Canon de Pachelbel en Re Mayor tiene tres características básicas: una melodía preciosa, unos acordes muy característicos y un bajo (el violonchelo) que se repite todo el rato.

 

Su rueda de acordes es tan popular que muchos compositores de música pop, rock, chill out y demás sucedáneos la usa. Al cantautor Rob Paravonian no le hace ninguna gracia esta herencia de Pachelbel en la música actual. Primero justifica su desencanto y luego nos obsequia con un mix de varias canciones actuales que copian el canon. Allá va.

 



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